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75 años han pasado desde el 6 de agosto que cambió la vida de Hiroshima.


Foto: DP.


Las campanas han vuelto a sonar este jueves en Hiroshima por el 75 aniversario de la primera bomba nuclear del mundo. Una ceremonia que se ha celebrado con un menor número de asistentes debido a la pandemia de coronavirus, y que ha servido para insistir en la necesidad de que el Gobierno de Japón, el único país que ha sufrido un ataque atómico, firme el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares aprobado hace tres años en el seno de la ONU.


A las 8:15 de la mañana del 6 de agosto de 1945, el avión de combate B-29 estadounidense Enola Gay arrojó una bomba apodada "Little Boy" y arrasó la ciudad, matando a 140.000 de una población estimada de 350.000, con miles más murieron más tarde de lesiones y relacionadas con la radiación enfermedades.


Supervivientes de la bomba atómica, descendientes de víctimas, el primer ministro japonés Shinzo Abe y algunos representantes extranjeros asistieron por la mañana a la principal ceremonia en Hiroshima (oeste de Japón). La mayoría con mascarilla.


Los historiadores no se ponen de acuerdo, sin embargo, sobre si este doble ataque nuclear ha permitido realmente salvar vidas al precipitar el fin de la guerra. Muchos consideran que los ataques nucleares contra Hiroshima y Nagasaki son crímenes de guerra, debido a la devastación y la cantidad de víctimas civiles. Estados Unidos nunca se ha disculpado oficialmente. Pero en 2016, Barack Obama se convirtió en el primer presidente en ejercicio en visitar Hiroshima, donde rindió homenaje a las víctimas y pidió un mundo sin armas nucleares.


El año pasado, el papa Francisco también visitó Hiroshima y Nagasaki para recalcar su oposición a las armas atómicas, que calificó de “crimen”, y criticar la doctrina de la disuasión nuclear, una “falsa seguridad” -según él- que envenena las relaciones entre los pueblos. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lamentó en un mensaje de video publicado el jueves que el objetivo de eliminar las armas atómicas, fijado por Naciones Unidas en sus inicios, siga sin cumplirse. “Hoy, un mundo sin armas nucleares parece cada vez más lejano”, estimó.


Algunos supervivientes de la bomba atómica han comparado su lucha contra las armas nucleares y la crisis del nuevo coronavirus.


Con información de AFP


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