Por Montserrat Escudé, Centro Holístico Equilibrio.
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Natívitas, conocido como el ángel de la Navidad, personifica el nacimiento de la Luz Divina. En occidente recordamos y celebramos el nacimiento de Jesús como un renacer personal. Para todos, cristianos o no, es el final de un ciclo y el inicio de otro.
Cada 21 o 22 de diciembre, durante el solsticio de invierno del hemisferio norte, se celebra la entrada de este ángel, quien trae consigo la energía del nuevo año y el impulso para lo nuevo. La presencia de un ser que represente la esperanza y la fuerza de la primavera, no es un tema nuevo. Desde la antigüedad, culturas como la egipcia o la hindú creían que entre el 21 y el 24 de diciembre nacían los avatares y maestros, con el propósito de traer luz y evolución espiritual a la humanidad. Posteriormente en la Europa cristiana, estas tradiciones se transformaron y fusionaron en la figura de un ángel llamado Natívitas o Nativity.
El final de un año nos llena de propósitos y energía renovada, pero sobretodo de esperanza de que el nuevo ciclo traerá mejores cosas. Este simbolismo nos recuerda que la luz nos permite no sólo ver mejor, sino también a mayor distancia; por lo que nos invita a la revisión interior. También somos luz para otros, por lo que se nos hace un llamado a ser conscientes de que co creamos lo que la humanidad es. Bueno o malo. La tradición nos regresa a la Unicidad y nos recuerda que somos parte de la creación y de Su Luz y eso nos conecta a la vida, a la paz y la alegría y nos recuerda nuestro poder personal.
Para este año, el llamado es observar y modificar las estructuras mentales, los conceptos que nos definen y limitan. Se nos impulsa al cambio, a la fuerza y a la creatividad desarrollando las capacidades y los dones personales. Se nos invita a buscar el punto de equilibrio en cada aspecto de nuestra vida. El nuevo ciclo es un renovarse para conectar con lo que nos hace plenos y felices. A nivel energético, nos conecta con la esencia y el poder personal; es la esperanza y la confianza en el Universo o en el Plan Divino. Nos recuerda que somos amor en acción, desde la autenticidad y la fuerza de la cocreación.
Para este 2021, el ángel Natívitas nos regala enfoque, constancia, originalidad, fortaleza, adaptación y guía intuitiva. ¡Celebre todo lo bueno!
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