El Gobierno de Nicaragua ofreció las vacunas contra COVID-19 anunciadas recientemente por Rusia, para distribuirlas entre sus vecinos de Mesoamérica, a través del Instituto Latinoamericano de Biotecnología Méchnikov, con sede en Managua.
“En nuestra Nicaragua de paz y bien, estaremos en capacidad de fabricar estas vacunas, así lo ha dicho el director de Méchnikov (Stanislav Uiba) en nuestro país, para además de consumir localmente y proteger a las familias nicaragüenses, también poder exportar, por lo menos a Mesoamérica, a la región centroamericana”, dijo la esposa del presidente Daniel Ortega, vicepresidenta, Rosario Murillo.
Los Gobiernos de Nicaragua y Rusia han mantenido estrechas relaciones en cada una de las dos épocas de Ortega como presidente, primero entre 1980 y 1990, y posteriormente de 2007 a la fecha.
El pasado día 11 Rusia anunció que había concluido las pruebas clínicas de la vacuna contra la COVID-19, desarrollada en el Centro Nacional de Investigaciones Epidemiológicas y Microbiología “Gamalei”, y el comienzo de la etapa de registro, con lo que tomó la delantera ante trabajos similares en China, los Estados Unidos y Reino Unido.
El Gobierno de Nicaragua, uno de los más cercanos a Rusia en el continente americano, ha apostado por la vacuna rusa desde el inicio de su desarrollo.
Los Gobiernos de Nicaragua y Rusia han mantenido estrechas relaciones en cada una de las dos épocas de Ortega como presidente, primero entre 1980 y 1990, y posteriormente de 2007 a la fecha.
A fines de julio pasado, Rusia donó a Nicaragua 5.000 pruebas de COVID-19, que el Gobierno las ha puesto a disposición de los nicaragüenses que las necesiten para salir del país, a un costo de 150 dólares.
Con información de AFP
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